LÍNEA PEDAGÓGICA

Partimos del respeto al niño y a la niña como seres activos, capaces y con amplias potencialidades.

La experiencia y la reflexión continua es nuestra base para poder entender que necesitan los niños y las niñas en estas edades.

Son muchos los referentes educativos en los que nos hemos basado y nos basamos a diario para tejer la línea pedagógica de la escuela (Pikler, Acouturier, Malaguzzi, Winicott,…).

• Acompañamiento

Acompañar significa estar presentes y proporcionarles seguridad emocional a través de relaciones de calidad, cuidando el vínculo hacia ellos, su necesidad de afecto, cuidando su seguridad física y psicológica dentro de un entorno cálido y seguro.

Poner palabras y gestos a lo que hacen, entenderlos, tener una actitud de escucha, darle valor a su palabra, observar el ritmo individual de cada niño y cada niña, respetar sus iniciativas, salvaguardando su bienestar y el de todos sus compañeros y compañeras son bases imprescindibles para se pueda producir el juego libre.

También ofrecemos una contención positiva de los límites y frustraciones que surgen en la convivencia con los demás, acompañándoles a superar las grandes y pequeñas dificultades sabiendo que esto fortalecerá su seguridad interna.

• Diseño de espacios y juego libre

Los niños y las niñas tienen una profunda necesidad de jugar, su interés por observar y explorar es continuo. Sus propias acciones les ayudan a aprender, a hacer cosas que de alguna manera les dan un sentimiento de éxito, encuentran que el mundo tiene sentido y que son capaces de entenderlo.

El juego libre tiene un papel primordial ya que durante estos momentos se producen procesos cognitivos muy complejos.

Las aulas están organizadas (propuestas atractivas cuidadosamente planificadas) creando espacios junto a materiales que propicien la curiosidad, la capacidad de asombro y el impulso de inventar nuevas experiencias para que los niños y las niñas tengan que decidir y pensar qué hacer.

La organización de los espacios y materiales permite el despliegue de todas las posibilidades para que los niños y las niñas actúen sobre ellas y fluyan en su acción diaria.

La organización es importante para que cada grupo, cada aula, o simplemente cada niño o cada niña tenga su tiempo, ya sea para ir de una sala a otra, para comer, para observar, para jugar, o simplemente para “ser”.

El trabajo en grupos pequeños es el recurso que permite descubrir las potencialidades insospechadas de los niños y niñas, y su gran forma de experimentar, imaginar y descubrir.

No solo se proporcionan esta serie de condiciones en las aulas, si no que en los espacios exteriores de la escuela (patio) también hay propuestas que se planifican diariamente pensando en sus necesidades de movimiento y juego.

• Movimiento libre

El movimiento es una necesidad fundamental de los niños y las niñas. Para que éste sea libre, es necesario ofrecerles un lugar amplio y organizado, donde ellos y ellas se muevan libre y de forma autónoma por todo el espacio.

A través de los dispositivos de movimiento que existen en todas las aulas aprenden a conocer sus posibilidades, sus propias competencias y límites, en definitiva, toman conciencia de su propio cuerpo.

Cómo en cualquier otro momento del día, el adulto se muestra presente y disponible, pero sobre todo demostrando confianza en cada logro o reto que se proponen.Para nosotros no es importante el “cuando”, si no “cómo” lo hacen, es decir, la calidad y confianza que nos demuestran en sus actos motores.

• Relaciones con las familias

Las familias forman parte directa de la comunidad educativa. Son las principales protagonistas de nuestro día a día junto a sus hijos e hijas, aportando, desde su diversidad familiar, cultural, social… valores esenciales en el proceso educativo.

Esta relación tan cercana se adquiere desde el inicio del curso durante el tiempo de acogida donde se establecen los primeros vínculos basados en la seguridad y la confianza. Tienen acceso directo y cotidiano a las dependencias de la escuela intercambiando así información a diario con las educadoras. Tienen también un papel imprescindible en el desarrollo de muchos de los encuentros y formaciones que se hacen en la escuela bien a través del AMPA o del Consejo Escolar.

• Comedores ecológicos, saludables y sostenibles

La escuela dispone de cocina y personal propio. A diario se ofrecen desayunos, comidas y meriendas. Los menús se elaboran mensualmente en función de la fruta y verdura de temporada, primando que éstos sean saludables, sostenibles y equilibrados para los niños y niñas de estas edades. Son varios los alimentos ecológicos que se usan, como las legumbres y la leche, además de utilizar aceite de oliva virgen extra. Todo el personal de servicios implicado en la elaboración de los menús diarios y en la limpieza, están informados en todo momento de los casos de alergias e intolerancias existentes en la escuela. Los trabajadores de limpieza y cocina colaboran y participan en el día a día de la escuela, teniendo contacto diario con los niños, niñas y educadoras. La existencia de estas relaciones es enriquecedora y necesaria para toda la comunidad educativa.